Como me decidí a viajar sola 💅🏻
(o cómo dejé de esperar por los demás)
2348—23476/23
07–15–24
Siempre me atrajo la idea de viajar sola, aunque no lo decía en voz alta. Era como una fantasía
secreta que me daba un poco de vértigo… pero también ansiedad. Veía a otras amigas hacerlo y me
preguntaba si yo también podría. ¿Y si me animaba? ¿Y si era justo lo que necesitaba?
Durante un tiempo esperé. Esperé que coincidieran las fechas o las ganas con mis amigos, que
alguien se entusiasmara con los mismos destinos que yo, que la vida se acomodara. Pero la verdad
es que siempre había algo que no cerraba. Un día entendí que, si seguía esperando a los demás, me
iba a quedar con muchas ganas adentro.
Así que empecé a pensar: ¿Qué quiero yo?
Y me respondí con sinceridad: Quiero viajar y conocer nuevos lugares. Quiero caminar por lugares
nuevos sin tener que explicarle a nadie por qué me quedo tanto en una esquina, entrar a tienditas,
hablar con los vendedores o por qué prefiero tomarme un café sola mirando la gente pasar.
No fue una decisión impulsiva, pero tampoco eterna. Fui guardando lugares que me llamaban,
leyendo experiencias de otros amigos, buscando en reels, blogs y sobre todo, prestando atención a
lo que me llamaba la atención. No elegí el destino más lejano ni el más difícil. Elegí uno que me
generara confianza y emoción al mismo tiempo. Que pudiera disfrutar sin estar todo el tiempo alerta.
Las respuestas fueron armando el rompecabezas. También acepté que el miedo iba a estar. Pero me
dije: que venga conmigo, si quiere, pero que no maneje el viaje.
Decidirte a viajar sola puede parecer un gran paso, pero también es una experiencia profundamente
transformadora. Y así fue como un día saqué el pasaje. Sin esperar más. No porque estuviera 100%
lista, sino porque entendí que lo que más necesitaba era vivir algo solo para mí, a mi tiempo, a mi
manera. Algo que nadie me iba a poder contar. Algo que iba a ser solo mío.
Cosas que me regaló este viaje:
Tiempo conmigo misma (del bueno)
Coraje que no sabía que tenía.
Postales que no entran en una foto.
La certeza de que quiero volver a hacerlo.
Sacarme el miedo
Y muchas anécdotas para contar en los encuentros con amigos.
Por eso, te comparto algunas ideas y preguntas que pueden ayudarte a tomar la decisión con
seguridad y entusiasmo:
– ¿Qué estás buscando con este viaje desconectar, explorar, encontrarte?
– ¿A dónde irías si no tuvieras que esperar a nadie?
– ¿Qué miedo podés llevar como compañero, pero no dejar que maneje?
– ¿Qué tipo de viaje necesitás ahora?
No necesitás estar lista. Solo tener ganas. Lo demás se acomoda en el camino. Anímate. No dejes
que el miedo te gane. :)
seguridad y entusiasmo:
– ¿Qué estás buscando con este viaje desconectar, explorar, encontrarte?
– ¿A dónde irías si no tuvieras que esperar a nadie?
– ¿Qué miedo podés llevar como compañero, pero no dejar que maneje?
– ¿Qué tipo de viaje necesitás ahora?
No necesitás estar lista. Solo tener ganas. Lo demás se acomoda en el camino. Anímate. No dejes
que el miedo te gane. :)